CHIRIMOYA - truquiconsejo de la semana: chirimoya asada acompañada de sopita de chocolate picante

El otoño ha llegado y por tanto ¿quién ha venido? ¿Las setas? nooooooo, la deliciosa CHIRIMOYA. 

La mejor época para disfrutar de su sabor y de las propiedades nutritivas es desde mediados de septiembre hasta mediados de mayo.

• Es una fruta fresca muy aromática, dulce, sabrosa y jugosa.
• Resulta muy fácil de comer: basta con partirla por la mitad y tomarla con una cuchara.

• El momento óptimo para consumirlas es cuando la piel pasa de verde oscuro a verde claro y está blanda al tacto.

Propiedades

• Tiene una gran cantidad de hidratos de carbono, entre los que predominan la glucosa y la fructosa.
• También es rica en calcio, potasio y vitamina C.
• Su aporte de fibra mejora el tránsito intestinal.
• Es pobre en grasas y proteínas, aunque su alto contenido en azúcares hace que su valor calórico sea elevado.

Comercialización

• Provienen de la Costa Tropical, en Granada.
• Llegan directamente a Ahorramás, sólo unos días después de su recolección, a punto para ser consumidas.

Consumo

Las chirimoyas se suelen tomar a cucharadas, pero gracias a su dulce sabor también se puede preparar con ellas:

• Mousse.
• Mermelada.
• Helado.
• Ponche.
• Batido.
• Tarta.

Pero seguro  que estáis esperando nuestro truquiconsejo del día, os vais a quedar con la boca abierta..........

Sopa picante de chocolate con chirimoya asada. 

1. En primer lugar selecciona 2 chirimoyas grandes, no muy maduras. Qué mejor que dejarte aconsejar por cualquier frutero de cualquier Ahorramás.

 2. Engrasa una placa de horno con mantequilla y espolvorea azúcar por la base. 

3. Coloca las dos chirimoyas abiertas en dos encima del azúcar y con la piel hacia arriba. 

4. Ásalas a 180º C, entre 25 minutos (las más maduras) y 35 minutos (las menos maduras). Sácalas entonces y déjalas atemperar.

Chirimoyas atemperándose.

5. Extrae la pulpa con una cuchara y retira las pepitas. 

6. Por otro lado vamos a elaborar la sopa azteca. Pesa 150 g de cacao alipende (sin gluten, podemos utilizar el nesquik apto), y añade 250 g de agua. 

7. Remueve con una varilla, te quedará una pasta consistente. 

8. Por otro lado, echa en un cazo un envase pequeño de nata alipende y 300 g de azúcar. Lleva a ebullición y añade poco a poco a la pasta de cacao. 

9. Abrid la boca que viene lo buenooooo: agregad a la sopita de chocolate 1/2 cucharadita de canela, 1/2 cucharadita de pimienta negra molida, 1/2 cucharadita de jengibre molido y 5 gotas de tabasco....... sí, sí, todo eso. Removed y rectificar el punto de picante hasta que al entrar el chocolate en la boca, por el paladar pase el sabor del choco y en la garganta se encuentre levemente el picante. Como dice mi amiga Laura, en vez de tabasco, wasabi. 

10. Por último, servid la sopita en un plato sopero con: unas quenelles o croquetitas de chirimoya asada, unas frambuesas (o piña en tacos, o fresas, o moras...) y si quereis decorar con una hoja de menta, adelante.